El aumento de las jubilaciones y pensiones a partir de marzo será, en promedio, del 11,56%, tal como surge de la suspendida fórmula de movilidad. Pero ese porcentaje no se aplicará en forma similar a todos los beneficiarios sino en forma diferenciada, a través de una suma fija y/o porcentaje diferenciado, de lo que resultará un mayor valor para los que cobran haberes más bajos y una proporción menor para los que ganan más.
Según medios especializados, los funcionarios que están diseñando el aumento de marzo quienes, por los todavía altos porcentajes de inflación, admitieron que no hay margen político para achicar el gasto total en jubilaciones y pensiones respecto de la suspendida fórmula de movilidad que, punta a punta, entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019, llevó a una pérdida del 19,5% a todos los jubilados y pensionados con relación a la inflación.
Para el diseño del próximo aumento, la decisión es que no habrá exclusiones porque todos los jubilados y pensionados recibirán algún aumento, pero el objetivo es achatar la pirámide salarial, acortando la distancia entre los haberes más bajos y los más altos, pero no favoreciendo a unos más que a otros sino con mejoras al sector de ingresos bajos en detrimento del resto.
El aumento en jubilaciones y pensiones del régimen general (no incluye a los regímenes especiales, como docentes nacionales, docentes universitarios, investigadores científicos, servicio exterior, jueces y magistrados y Luz y Fuerza), pensiones no contributivas y Puam (pensión universal al adulto mayor) abarca a 7.300.000 personas.
Mientras hasta diciembre pasado el aumento se aplicaba en forma porcentual sobre los haberes en curso, ahora ese volumen se distribuirá en forma diferenciada por rango de haberes.
Esa distribución podrá ser una suma fija o un porcentaje diferenciado o una combinación de ambos. Los funcionarios están haciendo simulaciones con distintas alternativas para la toma de decisión del Presidente.
De acuerdo a los rangos de haberes se estima que 4,5 millones de jubilados y pensionados recibirían el 11,56% o más, recortando la pérdida sufrida en estos 4 años en sus jubilaciones, y los restantes 2.800.000 profundizarían el retroceso de sus ingresos.
La línea de corte del 11,56% serían los $ 21.323 y, por encima de ese valor, el aumento sería inferior al promedio.
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