El peronismo santafesino atraviesa una de sus etapas más complejas, con un escenario político marcado por divisiones internas, pugnas por liderazgos y el desafío de lograr una renovación generacional que permita consolidar su presencia en la provincia. En este contexto, Cristina Fernández de Kirchner asumió un rol protagónico al recibir en Buenos Aires a intendentes y presidentes comunales del espacio Vamos! con el objetivo de tender puentes y buscar la unidad.
El encuentro, celebrado el pasado miércoles 15 de enero, tuvo como una de sus figuras centrales a Pablo Corsalini, intendente de Pérez, quien se proyecta como un dirigente clave en el intento de reconstruir al peronismo provincial. Corsalini, en su tercer mandato, representa un perfil renovador que despierta interés en diversos sectores, aunque él mismo insistió en que no se discutieron candidaturas durante la reunión. “No hubo bendiciones ni nada de lo que se está diciendo. Se trata de un proceso de reconstrucción que va más allá de una elección puntual”, declaró el dirigente.
Sin embargo, las versiones sobre una posible postulación de Corsalini para encabezar la lista de convencionales a constituyentes no cesan. A pesar de ello, el intendente reafirma su compromiso con la unidad del peronismo: “Hay que poner las energías hasta el último día en lograr la unidad de todos los sectores para ser competitivos”, señaló.
La tensión interna y los desafíos de la renovación
Las declaraciones de Corsalini coinciden con las de otros referentes del espacio, como Gonzalo Goyechea, presidente comunal de María Teresa, quien señaló la urgencia de trabajar en una renovación generacional del peronismo. Goyechea expresó su deseo de que Marcelo Lewandowski, ex candidato a gobernador, encabece una lista unificada que represente a todos los sectores. “Fue nuestro candidato y sacó más de 550 mil votos. Es lógico que él lidere un proyecto de renovación”, afirmó.
Sin embargo, las divisiones internas complican esta tarea. Sectores vinculados al rossismo y otros dirigentes tradicionales parecen resistirse a ceder espacio a nuevas figuras, lo que genera tensiones que amenazan con fragmentar aún más al partido. “Hay que dejar los personalismos de lado. El peronismo está en reconstrucción y eso exige amplitud y generosidad”, advirtió Corsalini.
Cristina y su rol en el reordenamiento
La reunión también puso de manifiesto el compromiso de Cristina Fernández de Kirchner con el reordenamiento del PJ. “Cristina tomó la decisión y el compromiso de ordenar el partido de abajo hacia arriba”, destacó Corsalini tras el encuentro. Según el intendente, la ex presidenta mostró su preocupación por la situación del peronismo en Santa Fe y otros distritos donde el partido no gobierna, así como su determinación de articular estrategias que permitan mantener la gobernabilidad en cerca de 50 comunas.
El rol de Cristina, no obstante, también se enfrenta a críticas. Sectores díscolos dentro del PJ cuestionan el supuesto favoritismo hacia determinados dirigentes y alertan sobre el riesgo de unificar candidaturas que no reflejen todas las voces del partido. En palabras de Florencia Carignano, diputada nacional que también participó del encuentro, “sería lógico que el candidato que más votos obtuvo en las últimas elecciones represente a todos”.
El horizonte: Elecciones y refundación
A pocos días del cierre de listas, el peronismo santafesino enfrenta un desafío crucial: lograr un equilibrio entre la renovación generacional y la inclusión de los sectores tradicionales. Mientras algunos dirigentes apuestan por una lista única que simbolice unidad, otros no descartan competir por fuera del PJ si no se logra un consenso.
“Nosotros no queremos irnos del PJ, pero si persisten las decisiones unilaterales que ignoran a una parte del partido, armaremos una lista alternativa con figuras como Corsalini y otros referentes locales”, advirtió Goyechea. La posibilidad de una ruptura plantea interrogantes sobre el futuro del peronismo en la provincia y su capacidad para consolidarse como una fuerza competitiva.
En definitiva, el peronismo santafesino se encuentra ante un rompecabezas difícil de amar pero imposible de ignorar. El desenlace de este proceso no solo determinará su posición en las próximas elecciones, sino también el futuro de un partido que, aunque golpeado, sigue siendo un actor clave en la política provincial y nacional.
