La participación electoral en la elección de convencionales fue la más exigua desde el retorno de la democracia: apenas superando el 50%. Este dato no puede pasar desapercibido, en tanto ha constituido un récord de indiferencia de la sociedad santafesina desde 1983 a la actualidad.
Por el contrario, debe ser un llamado de atención. La sociedad no fue parte del debate previo a la reforma, y los partidos políticos —salvo excepciones— tampoco. No hubo una convocatoria amplia a la ciudadanía, a las instituciones intermedias, a los gremios, a los empresarios, a los colegios profesionales, a las iglesias. Y eso implica un déficit democrático que no puede repetirse en el desarrollo de la Convención.
El año 2025 se presenta con una agenda electoral particularmente intensa en Santa Fe, iniciada tempranamente con la presentación de candidaturas en febrero y extendiéndose a lo largo del año con comicios locales y el cronograma nacional en curso. En este contexto, convocar a la Convención Constituyente durante este período activo resultaría inoportuno e inconveniente. Más allá de las consideraciones técnicas y la superposición de agendas, la reforma constitucional demanda tiempo, profundidad y una deliberación política y ciudadana acorde a su trascendencia.
La Constitución de nuestra provincia sentará las bases institucionales para las próximas décadas. Su discusión no puede abordarse como un trámite ordinario. ¿Aspiramos a una Convención que opere bajo la presión y las distracciones de un proceso electoral nacional en curso, o a un espacio de reflexión sereno y dedicado?
Considerando el estrecho margen temporal y las implicaciones de sesionar en un escenario electoral activo, proponemos formalmente que la Convención Constituyente inicie sus deliberaciones en el año 2026. Este cronograma permitiría desarrollar el proceso en un contexto más propicio, con una agenda propia y la oportunidad de enriquecer el debate a través de un diálogo abierto y exhaustivo con todos los actores de la vida santafesina.
Cuando la soberanía popular no se ejerce plenamente y la voluntad del pueblo se percibe distante del proceso, la legitimidad de sus resultados futuros se ve comprometida. Este proceso constituyente, en particular, podría verse perturbado por la dinámica y los tiempos de un calendario electoral concurrente, desviando la atención de una tarea fundamental: la construcción de una Constitución para, por y hacia la ciudadanía santafesina.
La reforma constitucional merece un espacio y un tiempo dedicados, que garanticen el respeto, la participación y un profundo espíritu democrático. En definitiva, merece ser construida con la activa inclusión del pueblo santafesino.
Comunicado Más para Santa Fe | Bloque de Constituyentes
